Mariposas en mi Estomago




Golpean a la puerta y mi corazón se llena de esperanza de nuevo,
El cree que eres tú, quien ha regresado arrepentida,
El cree que eres tú, acompañada de tu profundo aroma,
El cree que eres tú, quien no ha encontrado el camino a la felicidad.

Golpean a la puerta  y mis pulmones se alimentan de dulce anhelo,
Golpean a la puerta y debo calmar a las mariposas  de mi estómago para que no la perforen,
Ellas tratan de escarpar para encontrarse contigo de nuevo y nunca más dejarte ir,
Su fuerza es la de un animal prisionero hambriento de tus penas.

Golpean a la puerta y te imagino rodeada de aquel dolor por el cual te fuiste,
Golpean a la puerta y solo pasa por mi mente el eterno abrazo de nuestro encuentro,
Las mariposas estuvieron esperando el golpear de la puerta toda su miserable existencia.

Ahora ellas se han apoderado de mi vida,
Ellas me controlan,
Ellas terminarán siendo mi fin.

Mi mente es la única lucida,
La única que no se ha embriagado de tu aroma,
Mi mente sabe que quien espera detrás de la puerta no eres tú, y nunca lo serás,
Ella me dice que no me acerque,
Que escape y me pierda entre la espesa neblina.
Pero las mariposas la han destruido y se han alimentado de sus restos.
Ahora nada importa,
Hoy es el fin,
Nadie recordará mi nombre,
Pronto todo terminará.

MI mente siempre tuvo la razón,
Ella sabía que tú nunca volverías,
Ella sabía que quien esperaba detrás de la puerta no eras tú,
Sino los cuerpos delgados y pálidos de mis esperanzas muertas,

Ahora vivo soportando ese inconcebible y putrefacto olor,
Condenado a alimentarme de su carne por toda la eternidad,
Condenado a saber que tú nunca volverás,
Condenado a ver como inútilmente mis mariposas esperan tu regreso.

Fin
 

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